¿Qué beneficios aportan al medio ambiente?

Las aves son esenciales para el equilibrio de los ecosistemas. Se encuentran en múltiples escenarios medioambientales. Su participación es clave para contribuir con el ciclo vital de muchas especies. Si estas no están presentes y realizan las funciones que las caracterizan diferentes procesos de la naturaleza dejarían de ocurrir.

Al tener la capacidad de procesar diferentes tipos de semillas las aves se encargan de dispersar y «plantar» árboles. También pueden mantener el control de plagas y minimizar la proliferación de virus o bacterias.

Al ser un grupo fácilmente identificable y observable hace que los cambios en las poblaciones y comportamientos pueda indicar rápidamente la «salud» de los ecosistemas y que nos permitan actuar rápidamente. Es importante plantear y aplicar planes de concienciación y protección exitosos para las aves. De esta forma se puede mantener y preservar los hábitats que ocupan.

Las aves funcionan como:

Agentes de dispersión:

Las aves frugívoras tienen el organismo adaptado para procesar semillas. Las semillas digeridas y expulsadas con las deposiciones ayudan a introducir nuevas especies de plantas o árboles en otros hábitats, donde pueden desarrollarse y contribuir al ecosistema.

Las aves también participan en la dispersión de los huevos de peces. Estos se adhieren a sus patas. Aunque puede considerarse un viaje de riesgo algunos huevos pueden sobrevivir. De esta forma son reubicados de hábitat. En algunas especies este cambio puede ser necesario para cumplir su ciclo vital.

Otras aves, como el colibrí ayudan en la fecundación de diferentes especies de plantas. Estas aves son de reducido tamaño y consumen insectos, néctar y polen de flores específicas, colaborando en su polinización.

Control biológico de plagas:

Golondrinas, vencejos y  otras aves para alimentar a sus crías, capturan enormes cantidades de insectos adultos y larvas que pueden ser dañinos tanto en cosechas como propagadores de enfermedades.

Las rapaces durante la época reproductora se alimentan de grandes cantidades de roedores que afectan a los cultivos agrícolas.

Agentes de descomposición:

Cuando un animal muere se convierte en materia orgánica en descomposición. Si las condiciones ambientales son idóneas, como un clima cálido y de preferencia húmeda, los animales en este estado se convierten en caldos de virus y bacterias.

Las aves carroñeras contribuyen a la eliminación de agentes contaminantes y enfermedades alimentándose de estos cadáveres.

El sistema agrario también se ve favorecido

Las aves son numerosas y variadas en las fincas ecológicas agrícolas y ganaderas manteniendo una estrecha relación con los procesos productivos y con el equilibrio medioambiental de la explotación. Los sistemas ecológicos favorecen las poblaciones de aves silvestres, y viceversa. Auxilian las producciones agrarias contribuyendo a la sanidad animal y vegetal de la explotación, aunque algunas causen daños puntuales.